Las Sirenas, mitad humanas, mitad pez, son
legendarias criaturas marinas narradas en las culturas marítimas desde tiempos
inmemoriales. El antiguo poeta griego Homero escribió de ellos en La Odisea. En
el antiguo Lejano Oriente, las sirenas eran las esposas de poderosos dragones
marinos, y servían como mensajeros de confianza entre sus cónyuges y los
emperadores en tierra. Los aborígenes de Australia llaman sirenas yawkyawks, un
nombre que puede referirse a sus canciones hipnotizantes.
La creencia en las sirenas puede haber surgido en los albores de nuestra
especie. Figuras femeninas mágicas aparecen por primera vez en las pinturas
rupestres en el período Paleolítico tardío (edad de piedra) hace unos 30.000
años, cuando los humanos modernos ganaron el dominio sobre la tierra y,
presumiblemente, comenzó a navegar por los mares. Criaturas medio humanas, llamadas quimeras, también abundan en la mitología - además de las sirenas, había sabios centauros, sátiros salvajes y espantosos minotauros, por nombrar sólo algunos.
Su tipología es variada, por regla general, son sirenas de tratamiento naturalista, hermoso rostro y largos cabellos, que en muchas ocasiones sostienen instrumentos musicales o se dedican a acariciar sus cabellos en actitud coqueta.
En el siglo XVI, la actitud más generalizada de las sirenas fue sostener con las manos un espejo y un peine. La cola era un emblema de la prostitución y el espejo, considerado como objeto mágico, era atributo de la mujer impura, y servía para contemplar el rostro de la muerte o el culto al diablo.La sirena también implica un símbolo de los tiempos de transición de Carnestolendas (carne) a la cuaresma (pez). Más adelante las sirenas aparecen amamantando a sus crías. La leche de las sirenas era conocida por los alquimistas con una proteína que permitía el crecimiento rápido de los héroes abandonados en el agua. Por otra parte la tipología que gozó de mayor predicamento en las representaciones góticas, fue la sirena de cola pisciforme única.
En el siglo XVI, la actitud más generalizada de las sirenas fue sostener con las manos un espejo y un peine. La cola era un emblema de la prostitución y el espejo, considerado como objeto mágico, era atributo de la mujer impura, y servía para contemplar el rostro de la muerte o el culto al diablo.La sirena también implica un símbolo de los tiempos de transición de Carnestolendas (carne) a la cuaresma (pez). Más adelante las sirenas aparecen amamantando a sus crías. La leche de las sirenas era conocida por los alquimistas con una proteína que permitía el crecimiento rápido de los héroes abandonados en el agua. Por otra parte la tipología que gozó de mayor predicamento en las representaciones góticas, fue la sirena de cola pisciforme única.
Pero son las sirenas reales? Nunca se ha encontrado ninguna evidencia de humanoides acuáticos. ¿Por qué entonces, ocupan el inconsciente colectivo de casi todos los pueblos marineros? Esa es una pregunta que es mejor dejar a los historiadores, filósofos y antropólogos.
Hasta ahora…