Recientemente su proyecto más ambicioso hasta la fecha es la creación del mayor museo de escultura bajo el agua del mundo, MUSA, situadas frente a las costas de Cancún y la costa occidental de Isla Mujeres. Las obras en el museo incluyen Hombre en llamas, El Jardinero de la Esperanza, El colecionista de los Sueños y La Evolución silenciosa.
La idea de crear figuras submarinas llegó después de que los fondos marinos de esta bahía fueran gravemente dañados por tormentas, quedando los fondos de coral en un peligroso estado de conservación. Taylor vio en su arte la posibilidad de devolver al ecosistema todo aquello que el hombre le había arrebatado: en sus tallas podría regenerarse la vida marina adhiriéndose a las paredes de sus obras. Además, los recovecos que quedarían entre los bloques de hormigón de pH neutro –para no contaminar el agua– serían una excelente morada para cangrejos y otra fauna acuática.
Una de las obras más destacadas de Taylor es la bautizada como «Vicisitudes». Con un círculo de 26 niños de todas las razas cogidos de la mano a cinco metros de profundidad, Taylor vuelve a conseguir trasladar la idea de colaboración entre el hombre y la naturaleza. El crecimiento de la vida animal y vegetal que se pega a las paredes de su obra simula el desarrollo vital de los niños desde la infancia hasta la adolescencia. Una preciosa metáfora que encandila a todo aquél que contempla la obra –buceando, haciendo «snorkel», viajando a bordo de un barco con fondo de cristal, desde el aire haciendo «parasailing» o zambulléndose de noche para ver las esculturas.
Tres metros por debajo de «Vicisitudes» se encuentra «El corresponsal perdido», un periodista que ha quedado atrapado bajo las miles de toneladas de agua del mar escribiendo su crónica en una antigua máquina de escribir. La mesa sobre la que trabaja aporta cuidados detalles, como los artículos de periódico y recortes que simulan haber sido redactados en la década de los 70. «El jardinero», «La última cena» o «El coleccionista de sueños» son otros de los nombres de sus obras.
Quizá, lo más curioso de las obras de Taylor es la paradoja de la que son protagonistas. No sobrevivirán al paso del tiempo puesto que serán «devoradas» por la vida submarina pero, a la vez, se convierten en arte inmortal porque la propia naturaleza las acoge como parte de ella. Sin duda, una obra de arte que merece la pena contemplar.
Admira en video alguna de sus creaciones:
Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jason_deCaires_Taylor
http://www.underwatersculpture.com/
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